Bien de Interés Cultural
En la segunda mitad del siglo XIII surgen los primeros concejos aldeanos de la zona sur de Madrid.
Se cree que la fecha de construcción de la iglesia fue el año 1400, siendo obispos de Toledo Don Pedro Tenorio, Arzobispo de Toledo de 1377 a 1399, famoso por su actividad en obras eclesiásticas y civiles.
La iglesia estuvo desde sus orígenes consagrada a San Esteban de Protomartir porque fue el primer mártir de toda la historia católica.
En 1400 la planta de la iglesia era de cruz griega y en levante poseía la sacristía. La Iglesia ha sufrido varias ampliaciones y modificaciones, bien por el deterioro del tiempo, bien por la guerra civil. Plano
La iglesia fue construida con pequeñas y estrechas ventanas, con arcos de medio punto, típicas del estilo Románico e inicios del Gótico, un tipo de ventanas por las que entraba poca luz al templo, dando unos interiores muy oscuros.
Actualmente es una iglesia de planta de cruz latina realizado en ladrillo de tejar de color pardo rojizo con cajones de mampostería y contrafuertes de ladrillo, con su Capilla Mayor mucho más larga, cubierta por la misma bóveda de cañón que tenía la iglesia primitiva, sustentada por arcos fajones. Su torre campanario adosada al templo junto a la puerta del lado de Mediodía, compuesta de tres cuerpos de ladrillo árabe y cajones de mampostería, con su chapitel de pizarra, veleta, bola y cruz.
Pila Bautismal. Realizada en piedra de Colmenar en una sola pieza, con sumidero. Curioso el detalle de uno de los padrinos del segundo bautismo, Florentino Micer Ypolito
Aldobrandinus, es decir Hipólito Aldobrandini, futuro Papa Clemente VIII (1592-1605).
Sacristía. Cajonera de nogal adaptada por Don Régulo ,antiguo párroco, antes era de doble tamaño. Perteneció al Convento de los Tinitarios.
Antiguo cementerio. En el lado Norte de la Iglesia estaba ubicado el antiguo cementerio. Existen dos lápidas de enterramientos realizados en el antiguo cementerio de la iglesia pertenecientes a los años 1839 y 1843.
Existencia de la realización de un exorcismo en 1970 mediante acta notarial.
HISTORIA DE SAN ESTEBAN DE PROTOMARTIR
La historia de su vida religiosa ha quedado reflejada en el capítulo 7 de los Hechos de los Apóstoles. Tras la muerte y resurrección de Jesucristo los apóstoles continuaron extendiendo la palabra de Dios que Cristo les enseño. Para ayudarse en su labor evangelizadora decidieron buscar siete hombres llenos de Espíritu y sabiduría que les ayudasen en otras tareas mientras ellos se dedicaban a la oración y al Ministerio de la Palabra. Entre estos siete hombres se encontraba Esteban, que pronto comenzó a hacer entre el pueblo grandes prodigios y señales. Hablaba en las sinagogas y entablaba discusiones con otros judíos, que al no poder rebatirle buscaron a unos hombres a los que sobornaron para que acusasen a Esteban de blasfemo. Esteban fue detenido y llevado ante el Sanedrín, donde sus acusadores repitieron sus falsos testimonios contra él. Entonces en Sumo Sacerdote le preguntó sobre esas acusaciones y Esteban les increpó, que habiéndosele prometido al pueblo de Israel la venida del Justo, del Hijo de Dios, ellos no habían sabido conservarlo y como hicieron sus antepasados con otros profetas, lo mataron.
ENTERRAMIENTOS EN LA IGLESIA
Era costumbre en el ritual funerario cristiano los enterramientos dentro de las iglesias. La nobleza local tenía por costumbre realizar monumentos funerarios en lugares destacados de las iglesias, ya sea bajo arcosolios, en capillas que podían haber sido fundadas por ellos mismos o incluso en el Altar Mayor. En el caso de la Iglesia Parroquial de San Esteban Protomártir, se realizaron enterramientos en la peana de todos los altares de la iglesia y en el suelo de la Capilla Mayor. En los libros de difuntos de la parroquia se dejaba testimonio de los fallecimientos y de su lugar de enterramiento dentro de la iglesia. Es de suponer que ésta práctica funeraria quedase momentáneamente interrumpida con motivo de las obras de ampliación del cuerpo de la iglesia que se iniciaron en 1603 y que se volviesen a reanudar en cuanto fue levantada la nueva cubierta del templo.
Personajes ilustres de la Villa de Torrejón de Velasco fueron enterrados en la iglesia: doña Catalina de Acuña y Guzmán, primera esposa del conde de Puñonrostro don Arias de Bobadilla, fue enterrada en la iglesia de San Esteban Protomártir, seguramente en algún lugar privilegiado, hasta que sus restos fueron trasladados a la bóveda de la iglesia de San Juan Evangelista del convento de los frailes Trinitarios Descalzos de Torrejón de Velasco el 16 de junio de 1656.
De especial atención requiere el de Antonio Sevillano Ordóñez, natural de la Villa de Torrejón de Velasco, Caballero de la Orden de Santiago, Regidor perpetuo, Secretario del Rey y Secretario del Santo Oficio de la Inquisición de Toledo.
En 1651, Antonio Sevillano Ordóñez, ofreciendo por el enterramiento 50.000 maravedíes. En esta capilla, el nuevo titular construyó una bóveda subterránea con foso y cubierta abovedada en ladrillo. Por los estatutos de la Hermandad del Santo Cristo de la Salud y Virgen del Carmen se sabe que ésta capilla tendría un patronato. Aunque no hay constancia documental de su titular, es posible que lo ostentase don Antonio Sevillano Ordóñez, tanto por sus deseos de ser enterrado allí como por su devoción a la Virgen de la Salud, devoción por la que quiso enterrarse allí. Algunos años después la advocación a la Virgen de la Salud fue sustituida por la del Cristo de la Salud, de gran tradición en la comarca. Don Antonio Sevillano Ordóñez también hizo una compra por otros 50.000 maravedíes de bóveda y entierro en la capilla del Cristo de la Ascensión, estaba en el mismo emplazamiento que en la actualidad, no se llegó a construir bóveda subterránea (o al menos no se ha encontrado ningún tipo de enterramiento subterráneo en ese altar) por lo que es de suponer que usarían solo la peana del altar para los enterramientos.
La costumbre de sepultar dentro de las iglesias motivó la necesidad de crear osarios para aliviar las tumbas periódicamente.
La iglesia en el siglo XVII no tenía osario, independientemente de los enterramientos comprados por don Antonio Sevillano Ordóñez y en concreto el de la Capilla de los Hierros.
La falta de información nos hace pensar que nunca llegó a construirse tal osario y de que el enterramiento de la Capilla de los Hierros, por caer en desuso por la familia Sevillano o por causas que desconocemos, fue el que más tarde se utilizó como osario.
Cuando se terminó de hacer la ampliación del cuerpo de la iglesia, se construyó también una capilla, a continuación del crucero, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salud (llamada actualmente Capilla de los Hierros, por sus puertas de rejería), dónde se colocó un retablo y una imagen de ésta Virgen para su culto y veneración.
En 1787, Carlos III por Real Cédula intentó prohibir los enterramientos en los templos y promover la construcción de cementrerios a las afueras de las ciudades por razones higiénicas y sanitarias, con el fin de prevenir epidemias., aunque no se consiguió hasta el reinado de José Bonaparte. En Torrejón de Velasco se dejaron de practicar los enterramientos dentro del templo a partir de 1832, fecha en que se generalizó el uso de su cementerio exterior perteneciente a la iglesia, situado en la parte de Poniente, a falta de cementerio municipal.Índice